Mujer caracola
20.02.2021
Nunca ames a una mujer caracola
fingiendo ser gaviota
en tus zarpas de tigre.
La mar todo lo regresa.
Incluso sus labios de hambre.
No acaricies su frío vientre
si no contemplas el naufragio.
A lo lejos,
Ulises se deja vencer por los cantos de sirenas.
No ofrezcas tu corazón
como arena entre sus dedos,
no habrá botavara para la vela,
tan solo el destino, acurrucado.
Una lombriz dormida
en lo más profundo de su matriz.
Desde la superficie, el sol tiembla.
Su densa piel permanece suspendida
como un astro reciente.
Nunca la ames.
La mar todo lo regresa.
- Fotografía y texto: Marina Serrano © 2020